Hay muchos productos químicos permitidos, de los cuales, o bien no se sabe cómo pueden afectar a nuestra
salud, o se sabe que pueden ser perjudiciales, pero que aún así, están permitidos por ley y son usados de forma masiva.
Según el reglamento 1223/2009 del Parlamento Europeo del 30/11/2009 sobre los productos cosméticos
se establece en su artículo 32 que:
“No deben usarse sustancias clasificadas como cancinógenas, mutágenas o
tóxicas para la reproducción (CMR). No obstante, dado que una propiedad peligrosa de una sustancia
no siempre entraña necesariamente un riesgo, debe existir la posibilidad de admitirlas como uso.”
Es decir, se permite el uso de sustancias cancerígenas porque no siempre entraña necesariamente un riesgo.
Pero, ¿tenemos y estamos dispuestos a asumir este riesgo?
Leer una etiqueta de cosmética, requiere a veces de grandes conocimientos de química y de latín.
Aún así, hay determinados compuestos que deberíamos evitar, por ser perjudiciales para nuestra piel y nuestra salud.
Además, son productos muy extendidos que, desgraciadamente, encontraremos en la mayoría de cremas y champús
convencionales, pues son productos legales, baratos y fáciles de trabajar con ellos.
Una lista no muy extensa de los productos que podemos (y debemos) evitar, sería:
1. Aceites Minerales
2. Sodium Lauril Sulfate y Sodium Laureth Sulfate
3. Parabens
4. Nanopartículas o nanomateriales
5. Aluminio (Clorhidrato de Aluminio)
6. Diethnolamina
7. Triclosan
8. Liberadores de formaldehido
9. Aromas y perfumes sintéticos (responsables de las mayorías de alergias)
10. Ftlatos
11. Fenol y Fenil
12. Fluor
Aceites Minerales
(Subproducto de la destilación del petróleo).
Baratos, no tienen olor y nunca se enrancian.
Presentes en la mayoría de cremas y aceites infantiles
(y adultos).También, en protectores labiales y pintalabios.
Ofrecen una textura fina y sedosa, que, al aplicarlos sobre la piel, la deja suave y con “sensación” de alta hidratación.
Forma una película grasa sobre la superficie de la piel, similar a una envoltura de plástico. Esta película no solo bloquea
la humedad, sino que también bloquea los poros, impidiendo la transpiración, y creando trampas de suciedad y bacterias.
Finalmente, acelera el envejecimiento y la deshidratación de la piel, porque el oxígeno no puede pasar a través.
No biodegradable, toxina ambiental.
• Propilenglicol, Parraffin, Aceite Mineral, Butileno glicol, Petroleum,
• Alcohol isopropílico y vaselina.
¿Qué son los parabens?
(Subproducto de la destilación del petróleo).
Parte del grupo más ampliamente utilizado de conservantes.
Son productos de síntesis, de uso muy habitual en Cosmética industrial.
Su uso principal es antibacteriano y antifúngico.
La EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos) informó que:
“En varias pruebas, los parabenos habían mostrado actividad estrogénica, es decir, imitan a las hormonas del
propio cuerpo, e interfieren en el sistema endocrino”.
Químicamente tienen una estructura muy parecida.
Así, son disruptores hormonales: el hipotálamo, los ovarios, el tiroides…
La actividad estrógena que presentan es débil, pero existe.
El principal problema es que no sabemos a qué cantidades de parabenes estamos expuestos, ni durante cuantos años.
Existen varios estudios: (Universidad de Reading en UK, Texas), donde se ha observado la presencia de parabenes en
los cánceres de mama, (encontraron parabenes en 18 tumores extirpados de mama, de un total de 20 casos estudiados).
• Butilparabeno, propilparabeno, metilparabeno, y Etilparabeno.
Sodium Lauril Sulfate y Sodium Laureth Sulfate
(SLE y SLES)
Estos dos compuestos están presenten en más del 95% de los champús y geles de baño tradicionales.
Su función es la de detergente y espumante.
Este limpiador es el más utilizado para eliminar la grasa de la maquinaria industrial, y desengrasar motores.
Uno de los agentes de limpieza más irritantes, de los empleados en productos para el cuidado de la piel.
También se ha demostrado que causa reacciones alérgicas o sensibilizantes.
Las Nanopartículas o Nanoelementos
Compuestos cuyo tamaño es tan pequeño (0,000000001 m), que penetran en la piel de forma fácil
y rápida. Es decir, están diseñados para “saltarse” la barrera natural de defensa de la piel.
El problema es que no se quedan solo en la piel, y actúan sólo donde nosotros queremos, sino que
pueden llegar a cualquier parte de nuestro organismo.
Las nanopartículas, a diferencia de los parabens, son muy difíciles de detectar en una etiqueta.
O uno es químico especializado, o lo tiene muy, muy difícil.
Aluminio ¿qué es el Clorohidrato de aluminio?
Grupo de compuestos químicos, sales, se obtiene mediante
la reacción del aluminio con ácido clorhídrico.
Presente en la mayoría de los desodorantes convencionales.
Existen estudios que lo señalan como posible causante de cáncer de mama.
Allí encontraron que, en la zona cercana al pecho, existía acumulación de este compuesto en esos tejidos.
Además, su acción antitranspirante hace que se acumulen las toxinas, que el organismo expulsa con el sudor.
También hay estudios que apuntan a una relación con el Alzheimer.
DEA (dietanolamina), MEA (momoethnanolamine)
y TEA (trietanolamina)
(Subproducto de la destilación del petróleo).
Presente en la mayoría de los productos de cuidado personal, la espuma:
baños de burbujas, jabones líquidos, champús y limpiadores faciales.
Comúnmente causan reacciones alérgicas, irritan los ojos y resecan el pelo y la piel.
Estos químicos, disruptores hormonales, son absorbidos fácilmente a través de la piel, pudiendo reaccionar
con otros ingredientes en una fórmula cosmética, formando un carcinógeno extremadamente potente,
llamado nitrosodietanolamina (NDEA).
El Dr. Samuel Epstein, presidente de la Coalición de Prevención del Cáncer y Profesor Emérito de Medicina
Ambiental de la Universidad de Illinois, afirma que:
“NDEA se ha relacionado con cánceres de estómago, esófago, hígado y de vejiga.
Señala que ésta debería ser la mayor preocupación en la industria cosmética”.
Triclosan
Wikipedia: “Potente agente antibacteriano y fungicida.
En caso de ser ingerido, puede llegar a causar enfermedades graves,
dependiendo de la cantidad que entre en la boca”.
Una sopa química, que suele estar presente en dentífricos y enjugues bucales.
Puede producir irritación y favorecer la resistencia de las bacterias.
También puede alterar la regulación hormonal.
Cuando el triclosán se mezcla con el cloro en el agua del grifo, se forma el cloroformo.
La EPA lo ha clasificado como un probable carcinógeno humano.
También es sospechoso de contribuir al creciente problema de la resistencia a los antibióticos.
Liberador de Formaldehido
Químico peligroso que puede causar reacciones alérgicas, ampollas y pérdida del cabello.
Wikipedia: “Compuesto químico áltamente volátil y muy inflamable. Se obtiene por oxidación
del alcohol metílico.
Las disoluciones acuosas al 40% se conocen como formol, y pueden contener alcohol metílico
como estabilizante.
Dimetil oxazolidino, Armilacetato, Alkifenol, Quaternium
Fijarse en las letras DM que acompañan a sustancias como, DM hidantoina.
Palabras que acompañen a UREA (no debe confundirse con la palabra urea sola).
Por ejemplo: Diazolidinil urea.
Tratamientos para suavizar el cabello, cubren las cutículas del cabello con proteínas de queratina, utilizando formaldehído.
Ftlatos
Grupo de compuestos químicos, principalmente empleados como plastificadores.
Sustancias disolventes y suavizantes. Presente en cremas, esmaltes de uñas, perfumes, lacas
de pelo y desodorantes.
Se los relaciona con daños en el sistema endocrino y reproductor, y con un aumento en riesgo
de asma y de cáncer.
Dietilhexiloftlato (DEHP), dibutilftalato (DBP), butilbenzilftalato (BBP),
disononilftalato (DINP), diisodeciloftalato (DIDP) y dinoctilftalato (DNOP).
Fenol y Fenil
Conservantes, alcohol que se produce mediante la oxidación parcial del benceno.
Pueden afectar al sistema nervioso central, corazón, hígado, riñón y la piel.
Nitropheno, phenolphthalein, chlorophenol, phenylenediamine sulfate.
Penetra por la piel, accede al torrente sanguíneo, pudiendo causar problemas hepáticos.
El flúor
La toxicidad del flúor viene por su afinidad a unirse al zinc (básico para el aprendizaje, la memoria
y la formación de anticuerpos), y al yodo (básico para la tiroides y el sistema hormonal del cuerpo).
El flúor es un halógeno, emparentado químicamente con el yodo, pero es mucho más activo que este último.
Como tal, el flúor compite con él, desplazando al yodo en los receptores tiroideos, los cuales actúan
en respuesta a la hormona tiroestimulante. Esta hormona llega a la tiroides en menor cantidad, y por tanto,
se produce menos hormona tiroidea (muy posiblemente una de las causas del hipotiroidismo subclínico, con
vínculos directos a las principales enfermedades y dolencias de la sociedad actual).
Además, el exceso de flúor puede producir malformaciones óseas, aparte de un «endurecimiento y fragilidad»
de los huesos, con una mayor facilidad a su rotura.
En definitiva, el flúor puede dañar el sistema de aprendizaje, memoria, salud, sistema hormonal y huesos.
Un síntoma de intoxicación por flúor, fácilmente perceptible en la población infantil (sus dientes están en formación),
es la presencia de manchas blancas en los dientes.
